Las numerosas noticias sobre falsificación de bebidas han hecho que la industria se ponga manos a la obra para acabar con este problema. Cada vez las regulaciones de etiquetado son más estrictas sobre todo en algunos países como China o Australia haciendo que el diseño del etiquetado cobre una especial importancia, parece que la vieja etiqueta en papel ya es cosa del pasado y hay que apostar por etiquetas tecnológicas.
La alta cotización en el mercado de algunas bebidas alcohólicas resultan más susceptibles de sufrir falsificaciones, por eso empresas como Idiogram, G World Group, Thin Film Electronics o Xerox han desarrollado etiquetas que incorporan una pequeña memoria que permite almacenar una alta cantidad de datos sobre la autenticidad y estado de los productos, algunas marcas como Diageo ya se han unido a esta propuesta.
Gracias a este sistema que genera etiquetas únicas,se puede saber si la botella ha sido abierta o conocer la trazabilidad del producto durante toda la cadena de distribución, evitando posibles fraudes. Con estos innovadores sistemas de control sobre la calidad de las bebidas, el consumidor puede estar más tranquilo y tener la garantía de que lo que compra es realmente lo que indica la etiqueta.
¿Se extenderá este etiquetado en el futuro a otros sectores?
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